Tlahualiles

ORIGEN DE LA FESTIVIDAD DEL PATRÓN SANTIAGO Y LOS TLAHUALILES EN SAHUAYO MICHOACÁN.

Se dice que la fiesta de Santiago Apóstol fue implantada en Sahuayo por la orden de los sacerdotes Franciscanos durante la segunda mitad del siglo XVI. Esta celebración tiene un antecedente histórico generado durante la guerra de invasión de los españoles contra los pobladores de la región de origen nahuatleco, en donde se asienta Sahuayo.

Se cuenta que cuando el capitán español Nuño de Guzmán se enfrentó en guerra contra los nahuas habitantes de Sahuayo, estos siempre derrotaban a sus hombres. Entonces Nuño de Guzmán ya cansado, convocó a reunión a los demás capitanes, así como a los frailes encargados de la “conquista espiritual “de los indigenas de la Nueva España, para trazar una estrategia militar contra los nahuas de la región. Aunque la solución para someter a los nahuas era militar, durante la reunión un sacerdote franciscano propuso que la táctica para el combate debía apoyarse en un acto de fe.

Fue así que el franciscano sugirió al capitán general: “Señor tengamos fe en Santiago, imploremos su auxilio y el hará surgir un fácil triunfo para que podamos extender la fe en Cristo. Una imagen suya nos acompaña. Muchas victorias le deben las armas españolas en su lucha contra los moros y contra los indigenas idolatras”.

La sugerencia se puso en práctica y entonces al frente de la lucha contra los indigenas idolatras de Sahuayo, apareció la imagen del Apóstol Santiago montado en un caballo blanco, blandiendo amenazante su espada. “Al ser avistados los indígenas, Nuño con un alarido mandó el ataque, al grito de ¡Santiago, cierra España!..... Y comenzó la memorable lucha en aquella mañana luminosa, limpias las nubes por el viento, brillante el paisaje por los rayos de un sol esplendido y animadas las fuerzas conquistadoras con la presencia del Santo Guerrero del caballo blanco, que representa Aquel que en tierras españolas les daba el triunfo a los cristianos contra los empecinados moros.” 


El origen histórico de los tlahualiles, tiene que ver con la representación de un encuentro bélico. Aun en la actualidad podemos identificar claramente los rasgos náhuatl en la vestimenta.

VESTIMENTA:
w

Llevan una mascara con un majestuoso penacho. Esta prenda es interesante porque nos remite al ejercito del imperio mexica, donde se agrupaban en compañías de guerreros águila, guerreros jaguar, guerreros lagarto o guerreros coyotes, entre otros. De igual manera los tlahualiles traen sus mascaras como los guerreros antes mencionados. Sobre la cabeza de la fiera se monta un penacho que puede llegar a medir poco más de dos metros de alto, metro y medio de ancho y realizado con carrizos, listón de madera, pegamentos, cordeles y una gran cantidad de plumas de ave, multicolores.

Para los pueblos de Mesoamérica las plumas eran muy apreciadas, incluso algunas, como las del quetzal, estaban reservadas solo para los atuendos de los reyes y la nobleza. Los artesanos de la pluma se llamaban amantecas. Para los náhuatl “las plumas simbolizan lo precioso lo divino lo valioso. El propio huitzilopochtli, fue en sus orígenes, una pelotilla de plumas” “siempre que se deseaba hacer al hombre menos humano y mas divino, cuando se querían hacer resaltar sus aspectos mas valiosos, se le cubría de plumas. Las estatúas de los dioses, los objetos motivo de adoración o que intervenían en el culto religioso también estaban adornados con plumas.

Finalmente, estas en manojos de diversos tamaños, constituían ofrendas que el creyente entregaba a los dioses.” Actualmente, a las mascaras de tlahualil además de plumas se agregan elementos no naturales pero muy valiosos como telas brillantes, lentejuela, diamantina, etc. en el penacho pueden incluirse fotografías o imágenes religiosas, así como el nombre del grupo.

El rostro del danzante queda cubierto por otro rostro realizado en papel mache con rasgos náhuatl y una expresión enigmática. Este segundo rostro es cubierto por la cabeza y las fauces abiertas de un animal que puede ser águila coyote, o jaguar, según la traición original pero en la actualidad ya se elaboran otros rostros como gorilas, oso, cardenales e incluso varios tipos de dragones o seres fantásticos.
 Llevan una mascara con un majestuoso penacho.  Esta prenda es interesante porque nos remite al ejercito del imperio mexica, donde se agrupaban en compañías de  guerreros águila, guerreros jaguar, guerreros lagarto o guerreros coyotes, entre otros. De igual manera los tlahualiles traen sus mascaras como los guerreros antes mencionados. Sobre la cabeza de la fiera se monta un penacho que puede llegar a medir poco más de dos metros de alto, metro y medio de ancho y realizado con carrizos, listón de madera, pegamentos, cordeles y una gran cantidad de plumas de ave, multicolores.

Para los pueblos de Mesoamérica las plumas eran muy apreciadas, incluso algunas, como las del quetzal, estaban reservadas solo para los atuendos de los reyes y la nobleza. Los artesanos de la pluma se llamaban amantecas. Para los náhuatl “las plumas simbolizan lo precioso lo divino lo valioso. El propio huitzilopochtli, fue en sus orígenes, una pelotilla de plumas” “siempre que se deseaba hacer al hombre menos humano y mas divino, cuando se querían hacer resaltar sus aspectos mas valiosos, se le cubría de plumas. Las estatúas de los dioses, los objetos motivo de adoración o que intervenían en el culto religioso también estaban adornados con plumas.

Finalmente, estas en manojos de diversos tamaños, constituían ofrendas que el creyente entregaba a los dioses.” Actualmente, a las mascaras de tlahualil además de plumas se agregan elementos no naturales pero muy valiosos como telas brillantes, lentejuela, diamantina, etc. en el penacho pueden incluirse fotografías o imágenes religiosas, así como el nombre del grupo.

El rostro del danzante queda cubierto por otro rostro realizado en papel mache con rasgos náhuatl y una expresión enigmática. Este segundo rostro es cubierto por la cabeza y las fauces abiertas de un animal que puede ser águila coyote, o jaguar, según la traición original pero en la actualidad ya se elaboran otros rostros como gorilas, oso, cardenales e incluso varios tipos de dragones o seres fantásticos.











Comentarios

Entradas populares de este blog

paracho y sus tradiciones

ARGENTINA. "Virus para matar tumores"

La sharrería