Chilchota

Chilchota es uno de los municipios del estado de zamora, en México. El municipio se encuentra localizado al norte del estado de Michoacán. Forma parte de la llamada "Cañada de los once pueblos", la cual es formada por una serie de poblaciones que comienzan en el pueblo de Carapan y terminan en el poblado de Los Nogales, anteriormente fue conocido con el nombre "Tzirapu".


Reseña historica

Durante la época de la conquista en 1524, Chilchota aparece como asentamiento de familias hispanas, donde más tarde se instala un corregimiento tributario y posteriormente, queda constituido en "República de Indios".
Por la Ley Territorial del año de 1831, se forma la municipalidad de Chilchota
Toponimia

Chilchota, tanto en tarasco, como en nahuatl, tiene el mismo significado: “lugar de chiles o chile verde”, debido a que durante la época prehispánica el chile era cultivado y recolectado en gran escala en toda la cañada, como forma de tributo y comercio con los pueblos de la puesta. Sin embargo, algunos etimologistas, interpretan la palabra como “lugar de sementeras”. Su principal actividad es la agricultura, la ganadería y el comercio.
Ojo de agua potable, un atractivo esencial en Chilchota. Dentro de los variados atractivos del municipio, éste es uno de los más relevantes

No obstante tiene un ojo de agua potable que aparte de suministrar del vital líquido a la población, sirve de polo turístico a los habitantes de la región, y en donde se enamoran las parejas de este lugar.


Chilchota, Michoacán.- El municipio se conoce a nivel mundial y nacional como la capital de los azahares, y por su pan típico de esta región libre de azúcar y chocolate con sabores de la provincia michoacana. Sin embargo, posee atractivos turísticos como su plaza principal, en donde se junta la mayoría de la población, además de su bellísima iglesia adornada de grandes jardines y la iglesia dedicada a Jesús. No obstante tiene un ojo de agua potable que aparte de suministrar del vital líquido a la población, sirve de polo turístico a los habitantes de la región, y en donde se enamoran las parejas de este lugar. Este sitio goza de enormes espacios, con bancas para sentarse a la sombra de un árbol, mientras se contemplan las cálidas y cristalinas aguas del manantial, en donde todavía se oye el trinar de los pájaros. Además de que hay parrillas para cocinar carnes asadas en compañía de la familia, mientras los niños se deleitan con el agua, y los señores se relajan con unas bebidas refrescantes. Los manantiales de esta cabecera poseen agua potable, que se obtiene de varios pozos, actualmente estos nacimientos se controlan por medio de bombas para establecer un sólo cauce. Las aguas de este manantial se juntan con el Río Duero, que van a dar a Chaparraco y por consecuencia a Zamora, en el pluvial hay peces: pintas y carpas, señaló el chilchotense Francisco Herrera. Las vertientes de esta localidad ya existían desde antes que los primeros pobladores chichimecas se establecieran cerca de sus afluentes, posteriormente fueron desalojados por los purépechas, que no habitaron este lugar, sino que lo tenían para abastecimiento del vital líquido, al principio eran unos pantanos, que contenían agua potable. Al principio los pueblos fundadores de la Cañada de los Once Pueblos no se establecieron en los pozos, sino en Sirapo, Huáncito y Carapan, posteriormente se fueron mezclando los grupos indígenas entre sí, y se ampliaron hasta estas tierras formando Chilchota, había más gente en las anteriores poblaciones que en la misma cabecera municipal, señaló el profesor Héctor Álvarez Álvarez, de la Dirección Lingüística de este municipio. La fundación del poblado más antiguo del municipio fue Huáncito, en 1509, no obstante, a raíz de la Conquista española la situación del repoblamiento de los lacustres cambió, en 1520 desaparecieron muchos pobladores de esta región a consecuencia de la viruela, entre 1521 y 1525, hubo evoluciones en la población, en 1533 Vasco de Quiroga llegó a esta región y reordenó a las poblaciones indígenas, informó el antropólogo Manuel Castillo, en su tesis “Las relaciones de Michoacán”. A principios del siglo XVI, hubo una explosión demográfica que se registró cerca de los manantiales, creciendo el número de habitantes en este territorio, en 1579 Chilchota tenía 200 familias, en los alrededores de los manantiales 159 hogares en Carapan y Huáncito 25 moradas. Entre 1600 y 1700, la cabecera municipal tenía trece barrios, entre ellos Tanaco, informó Victoriano Silvano, profesor de Huáncito. Después de esas fechas, en las épocas de la Colonia y posteriormente de la Revolución, Chilchota mantuvo su predominio, en el siglo XX la cabecera municipal se expandió más allá de las orillas de sus nacimientos de agua y aparecieron nuevas colonias, se pasó del barrio de arriba, la colonia Madrigal al Barrio de Los de Abajo, sector de San Juan, existiendo por durante muchos años entre ambos una disputa por el agua, que en estos momentos ya no existe. Gracias a que la cabecera municipal surgió como una localidad abastecedora de agua, fue que logró mantener limpios de contaminación sus manantiales hasta el día de hoy, sus alrededores no se habían urbanizado sino hasta mitades del siglo XX, y actualmente llevan cuatro años que se han arreglado las riberas de los ojos de agua, ya que anteriormente bajaba mucha agua y tierra por los accesos de los manantiales, explicó Francisco Herrera.

Este texto ha sido publicado en el sitio Cambio de Michoacán, en la dirección http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-220592
Si lo cita por favor cite la fuente, manteniendo un enlace a la información original. Derechos Reservados, Sociedad Editora de Michoacán S.A. de C.V.
Chilchota, Michoacán.- El municipio se conoce a nivel mundial y nacional como la capital de los azahares, y por su pan típico de esta región libre de azúcar y chocolate con sabores de la provincia michoacana. Sin embargo, posee atractivos turísticos como su plaza principal, en donde se junta la mayoría de la población, además de su bellísima iglesia adornada de grandes jardines y la iglesia dedicada a Jesús. No obstante tiene un ojo de agua potable que aparte de suministrar del vital líquido a la población, sirve de polo turístico a los habitantes de la región, y en donde se enamoran las parejas de este lugar. Este sitio goza de enormes espacios, con bancas para sentarse a la sombra de un árbol, mientras se contemplan las cálidas y cristalinas aguas del manantial, en donde todavía se oye el trinar de los pájaros. Además de que hay parrillas para cocinar carnes asadas en compañía de la familia, mientras los niños se deleitan con el agua, y los señores se relajan con unas bebidas refrescantes. Los manantiales de esta cabecera poseen agua potable, que se obtiene de varios pozos, actualmente estos nacimientos se controlan por medio de bombas para establecer un sólo cauce. Las aguas de este manantial se juntan con el Río Duero, que van a dar a Chaparraco y por consecuencia a Zamora, en el pluvial hay peces: pintas y carpas, señaló el chilchotense Francisco Herrera. Las vertientes de esta localidad ya existían desde antes que los primeros pobladores chichimecas se establecieran cerca de sus afluentes, posteriormente fueron desalojados por los purépechas, que no habitaron este lugar, sino que lo tenían para abastecimiento del vital líquido, al principio eran unos pantanos, que contenían agua potable. Al principio los pueblos fundadores de la Cañada de los Once Pueblos no se establecieron en los pozos, sino en Sirapo, Huáncito y Carapan, posteriormente se fueron mezclando los grupos indígenas entre sí, y se ampliaron hasta estas tierras formando Chilchota, había más gente en las anteriores poblaciones que en la misma cabecera municipal, señaló el profesor Héctor Álvarez Álvarez, de la Dirección Lingüística de este municipio. La fundación del poblado más antiguo del municipio fue Huáncito, en 1509, no obstante, a raíz de la Conquista española la situación del repoblamiento de los lacustres cambió, en 1520 desaparecieron muchos pobladores de esta región a consecuencia de la viruela, entre 1521 y 1525, hubo evoluciones en la población, en 1533 Vasco de Quiroga llegó a esta región y reordenó a las poblaciones indígenas, informó el antropólogo Manuel Castillo, en su tesis “Las relaciones de Michoacán”. A principios del siglo XVI, hubo una explosión demográfica que se registró cerca de los manantiales, creciendo el número de habitantes en este territorio, en 1579 Chilchota tenía 200 familias, en los alrededores de los manantiales 159 hogares en Carapan y Huáncito 25 moradas. Entre 1600 y 1700, la cabecera municipal tenía trece barrios, entre ellos Tanaco, informó Victoriano Silvano, profesor de Huáncito. Después de esas fechas, en las épocas de la Colonia y posteriormente de la Revolución, Chilchota mantuvo su predominio, en el siglo XX la cabecera municipal se expandió más allá de las orillas de sus nacimientos de agua y aparecieron nuevas colonias, se pasó del barrio de arriba, la colonia Madrigal al Barrio de Los de Abajo, sector de San Juan, existiendo por durante muchos años entre ambos una disputa por el agua, que en estos momentos ya no existe. Gracias a que la cabecera municipal surgió como una localidad abastecedora de agua, fue que logró mantener limpios de contaminación sus manantiales hasta el día de hoy, sus alrededores no se habían urbanizado sino hasta mitades del siglo XX, y actualmente llevan cuatro años que se han arreglado las riberas de los ojos de agua, ya que anteriormente bajaba mucha agua y tierra por los accesos de los manantiales, explicó Francisco Herrera.

Este texto ha sido publicado en el sitio Cambio de Michoacán, en la dirección http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-220592
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